“Toda publicidad es buena publicidad” dicen los cánones del marketing, solo que la publicidad negativa o contra-marketing siempre es mucho más efectiva que la positiva. ¿Por qué? Pues porque las estadísticas vienen a demostrar que una persona molesta contará su historia a una media de 20 personas y éstas a su vez, sorprendidas se lo cuentan a otras muchas, llegando del boca a boca, o por las redes sociales, a un número muy importante de personas. En otras palabras, es mas impactante, mas sorprendente y mas viral.
Es facil comprobarlo, seguro que habrás oido, y tu mismo/a te habrás quejado a otras personas de lo mal que te ha ido con cierta operadora de telefonía movil, o de seguros, o electricidad. En comparación ¿a cuantas personas has oido que te saquen el tema de forma gratuita de lo bien que le funciona cualquiera de estas cosas? Muchas menos.
Esto no es desconocido el el mundo de la publicidad y el marketing, y sabido ese potencial divulgativo, la “publicidad negativa” también puede transformarse en el empuje que necesita un producto o servicio desconocido en el mercado. Aunque parezca mentira, algunas empresas recurren a esto pues les beneficia de forma directa ¿y eso como es posible? sabiendo que la gente instintivamente va a reaccionar de forma explosiva ante algo ‘malo’, trazan una estrategia a sabiendas de lo previsibles que somos.
USANDO LOS INSTINTOS HUMANOS. LA CURIOSIDAD.
Los humanos somos así. Cuando alguien hace algo escandalosamente mal, la expectación generada invita a ‘comprobar por uno mismo’ lo malo que es, a enterarte. Por eso cuando una pelicula (por ejemplo) que trata de crear una trama profunda y elaborada pero que al final queda en algo patético; o donde los efectos especiales son tan tan tan ridiculos que fallan miserablemente, tanto que hacen reir a la gente, la noticia se hace centro de debate en todas partes y todos tendemos a querer comprobarlo por nosotros mismos. El resultado; la pelicula se convierte en un taquillazo y objeto de culto (sharknado).
Otros casos pueden ser fortuitos. Por ejemplo una marca “X” acaba de lanzar sus productos, y necesita darse a conocer. A muchas de estas marcas no les importa si la publicidad que reciben es un tanto negativa, porque no tienen una historia detrás o grandes ganancias que perder y ocurre que tras el boom de la noticia, ‘cambian’ y aquella empresa que jamás conocerías empieza a estar en boca de todos pero por lo nuevo.
Sabiendo y teniendo en cuenta todo esto, no podemos evitar ‘rascarnos la cabeza’ confusos al ver como una marca de aceite de oliva inició recientemente una campaña de sensibilización sobre el cancer de mama. Para ello sacó al mercado una botellas (las que se aprecian en la imagen de cabecera) y que ha resultado ser todo un despropósito y que llevó a mucha gente a manifestar su malestar.
Como comenta un conocido (experto en la materia y autor de la foto):
“Según el Dr.Eduard Escrich, cuyo grupo de investigación lleva mas de 30 años estudiando la relación entre la nutrición y el cáncer de mama, los efectos beneficiosos se alcanzan cuando los estudios se realizan con el verdadero zumo de aceituna, con Aceite de Oliva Virgen Extra“.
En otras palabras, si lo realmente beneficioso contra el cancer es el AOVE, en esa botella no lo vas a encontrar.
Pero no termina ahí la cadena de infortunios. Para ‘feminizar’ esta campaña, deciden distribuir ese aceite en botellas de color rosa, lo cual a la postre resultó que a la gente le pareció que se vendía suavizante o friegasuelos. También se aprecia que, mientras las empresas oleícolas procuran usar vidrio y latas para una óptima conservación de las propiedades del preciado líquido, aquí la empresa opta desafortunadamente por usar PET y es que si el contenido no es de calidad ¿porqué iba a serlo el envase?
No queremos hacer mella en la marca pues lo que nos atañe es el marketing usado y que como decíamos, resulta tan obvio que si decidieron ponerlo en marcha quizá es porque lo que realmente buscaban era una campaña de contra-marketing y conseguir mucha difusión, lo cual lograron relativamente. Sin embargo, la segunda parte del plan, su posterior campaña de marketing no pareció salir o al menos no tuvo tanta repercusión.